
El presupuesto es la base de tu tranquilidad financiera. En México, los gastos variables como transporte, comida fuera de casa y servicios digitales suelen descontrolarse. Para 2025, una estructura sencilla 50/30/20 adaptada al contexto local puede ayudarte: 50% para necesidades reales, 30% para estilo de vida y 20% para metas y ahorro. Prioriza primero un fondo de emergencia de 3 a 6 meses de gastos y luego metas como educación, vivienda y retiro. Revisa recibos de luz, agua, internet y telefonía para detectar cargos adicionales; negocia paquetes o cámbiate a opciones más competitivas. Apóyate en apps de bancos mexicanos y en calculadoras de CETES para automatizar el ahorro. Divide tus categorías en vivienda, transporte, alimentación, salud, educación, deudas y ocio; asigna topes mensuales y registra gastos a diario. Al cierre del mes, compara tu plan contra lo real y ajusta. Elige una cuenta de ahorro que pague rendimientos y no cobre comisiones por saldos bajos. Si hay deudas, aplica el método avalancha a tasas más altas. Evita compras a meses sin intereses que no puedas liquidar puntualmente. Si tu ingreso es variable, define un salario base y guarda los excedentes en tu fondo de estabilidad. Con estas acciones, tu presupuesto trabajará para tu familia, no al revés.
Leer el artículo completo